¿Cómo tratar a un niño con autismo?

La información, la paciencia y la comprensión son las principales herramientas para integrarlo

Andrés E. Terán R.

La sociedad tiene cierta tendencia a rechazar lo diferente, pero ¿qué es lo diferente? sencillamente aquello que no se entiende o no se conoce. La ignorancia y la indiferencia representan un enorme peligro en cualquier ámbito de la vida, y el autismo no escapa a ello. Es por esto que la principal herramienta para poder contribuir con una persona que vive con esta condición es el deseo de aprender sobre el tema.

El autismo no es un trastorno psiquiátrico, sino del desarrollo, que afecta en el sistema nervioso y deriva en las relaciones sociales. Comunicación, conducta y, por consiguiente, la integración del individuo se ven trastocadas. Para poder ayudarlo, no solo debe entenderse esta aclaratoria; es necesario recordar que cada persona es distinta y, por lo tanto, no existe una fórmula exacta para tratar con ellos.

Un autista tiene la capacidad para integrarse, en la misma medida en la cual la sociedad quiera permitírselo. Su dificultad está en entender el "todo", en poder complementar las partes que lo forman; para poder ayudarlo es pertinente presentarle pieza a pieza, las partes que conforman una realidad o una simple acción.

Tener un ambiente ordenado para trabajar en su aprendizaje –no solo académico, sino doméstico y social– es fundamental poder contar con un ambiente organizado. De esta forma se pueden crear rutinas apropiadas para que puedan habituarse al aspecto deseado, hablándoles en un lenguaje sencillo y claro. Como dato extra es importante evitar la monotonía, para que el aburrimiento no interfiera como en aprendizaje.

Finalmente, otra herramienta imprescindible es la paciencia, darles a entender que se está allí para ellos y tener la constancia necesaria para ayudarlos. Es necesario entenderlos, saber qué les gusta y qué no y permitirles desarrollarse a su propio ritmo. Nunca es tarde para empezar un tratamiento.